VELAS Y RITUALES
En la ultima década las velas han recobrado un protagonismo que la civilización moderna le había arrebatado. Es curioso que en una época donde el materialismo se ha apropiado de nuestra sociedad, la vela este nuevamente de actualidad como elemento de magia oración o rezo. Y curiosamente, han sido las nuevas generaciones, no los mas viejos, quienes la han puesto nuevamente de actualidad. Hoy se venden mas velas en las tiendas especializadas que a la entrada de las grandes catedrales, y lo mas sorprendente es que son compradas por jóvenes y gente de mediana edad. Este nuevo usuario de la vela, elige con mucha atención y cuidado el tipo de vela que desea, el color, y los enseres necesarios para ubicarla, vestirla, y escribir sobre ella. Este individuo, lógicamente no acude a los templos a depositar la vela, sino que realiza la practica mágica o religiosa en una habitación de su casa. Al realizar estas ceremonias personales esta practicando unos ritos milenarios, su comportamiento con la vela no es una moda de hace cien años, ni tan siquiera de mil años, sino que se esta sumergiendo en tradiciones muy antiguas de un profundo sentido esotérico.En esta pagina os ofrecco información a cerca de la utilización de las velas para que podáis hacer un uso correcto de ellas.
LA MAGIA DE LAS VELAS
A lo largo de la historia la vela ha sido un elemento indispensable en cualquier acto, tanto religioso como mágico. La vela ha tenido y tiene un gran protagonismo en la magia, durante la historia vemos que no solo ha sido un elemento de iluminación, sino también una parte activa de la magia. La adivinación a trabes de las velas es un arte tan antiguo como la misma vela en la antigüedad se conocía a este arte como Licnomancia, y consistía en la observación del modo en que ardía la llama de la vela. Hoy la vela sigue estando presente en ritos mágicos e invocaciones. La magia de la vela no ha perdido actualidad, ha vuelto a encender su llama con fuerza y nuevas posibilidades.
La Unción de la Vela
Uncir una vela es impregnarla con una serie de sustancias oleosas esparcidas por la vela antes de encenderla. Se debe realizar en dos fases, la mitad hacia arriba y la otra mitad hacia abajo, para la primera fase se mojaran los dedos índice y pulgar de la mano derecha con unas gotas de aceite, y sosteniendo con la mano izquierda la vela por la mitad, se procederá a uncirla realizando un delicado movimiento ascendente y descendente de modo que quede uncida la mitad superior de la vela. Para la segunda fase se procederá de igual forma pero sosteniendo la vela con la mano derecha y unciendo la otra mitad de la vela con la mano izquierda. Se recomienda la aceite de Mandrágora para esta unción. El objetivo de la unción es potenciar el poder que ya de por si tiene la vela.
El vestido de la Vela
Vestir una vela consiste en cubrir el mensaje de una vela con la cera de otra para reforzar el poder de la vela testimonio ( la que lleva el mensaje escrito ) con la vela ambiental ( la que cubre lo escrito ). Se puede hacer con una o barias velas, por ejemplo: Una vela roja que tiene en su base un papel con un deseo, al consumirse la vela ha sellado el papel, pero este sellado se podrá completar con el vestido de esta primera vela con las gotas de cera de otras dos o tres. Del mismo modo un mensaje escrito en una vela blanca ( neutra ) se puede potenciar gracias a los colores de otras velas.
Encendido y apagado de la Vela
Para encender una vela nunca se debe utilizar un mechero, lo ideal es que la vela se encienda con una cerilla de madera o con otra vela. Para encender la vela debe utilizarse la mano dominante de la persona al margen de que sea zurda o diestra, y si se enciende con otra vela lo aconsejable es utilizar ambas manos.
El apagado de la vela es también un aspecto muy importante en la magia de las velas, en la mayoría de ocasiones la vela se deja consumir hasta el final y ella misma se apaga, pero cuando se desee alterar ese proceso conviene recordar que nunca hay que matar la mecha, osea chafarla o aplastarla, pudiéndose apagar con un apagavelas o con los dedos húmedos.
El Altar o mesa de trabajo
El Altar o mesa de trabajo, no tiene porque ser un lugar bellamente decorado, ni recargado de objetos u ornamentarías, con una simple mesa lo suficientemente grande para depositar velas, unos papeles, quemadores de incienso, etc… será suficiente. Lo ideal es que la mesa sea de madera o a menos contenga madera, evitando las mesas de cristal, metal o plástico. La habitación donde se ubique esta mesa ha de tener una ventana exterior para ventilarla y purificarla periódicamente.
Escribir en la cera
Una de las opciones en los trabajos de magia es escribir la palabra clave de la petición en la vela, para realizar esta operación se deberá calentar la vela con las manos sosteniéndola entre ambas mientras se medita la palabra que se ha de escribir en la cera. Pasados unos minutos, cuando la cera este algo mas tierna, se procederá a marcar con una pluma de ave en el cuerpo de la vela la palabra o acción a realizar. Esta acción se puede realizar mediante la presión indicada, o bien acompañando la presión de tinturas vírgenes y naturales, las conocidas como «tintas mágicas», que se podrán encontrar en los establecimientos especializados.
Relajación y Concentración
Cualquier trabajo que queramos realizar relacionado con las velas requiere un mínimo de atención y concentración. Tanto en los trabajos mágicos como en los espirituales el operante ha de saber lo que esta haciendo y deberá poner atención en sus demandas para que estas puedan materializarse. Antes de cualquier oración o petición hemos de estar concentrados en ella, poniendo nuestra mayor atención en lo que estamos haciendo, para ello hemos de estar relajados muscular y mentalmente. El procedimiento a seguir antes de cualquier ejercicio empezara por una relajación muscular, podemos centrar la atención en una parte de nuestro cuerpo, por ejemplo las extremidades inferiores e ir ascendiendo a las superiores pasando por el abdomen pecho, espalda, cuello y cráneo de modo que todas estas partes de nuestro organismo se vayan relajando, en principio debemos contraer los músculos de nuestro cuerpo, para, a continuación, distenderlos y sentir como se relajan. Una vez relajados los músculos pasaremos a la relajación mental, en principio trataremos de mantener la mente libre de pensamientos, no dejaremos que nuestros problemas nos afecten o nos desborden en ese momento. Es necesario que lleguemos completamente relajados al momento de realizar nuestras oraciones o nuestros ejercicios con velas, de nada servirá la realización de cualquier ejercicio u oración si nuestro cuerpo esta tenso y por nuestra mente vuelan montones de preguntas y problemas ajenos a lo que vamos a tratar. La petición que vamos a realizar ha de hacerse con serenidad, seguridad y calma. Para conseguir algo siempre debemos pagar, y en este caso pagaremos con nuestro esfuerzo, serenidad y confianza a la vez que con un acto de fe, si no creemos en lo que estamos haciendo difícilmente veremos recompensa en ello.
Me ha encantado este articulo. Muy completo.